EL PODER DE LA FANTASIA


En el ámbito sexual los ingredientes esenciales son nuestros sentidos que perciben desde estímulos externos como el gusto, el tacto, el olfato, el oído , la vista, y varios más. Pero además existe  otro sentido que se activa desde estímulos internos ( pensamientos, sentimientos, recuerdos)y que cada vez tiene más importancia en nuestra sexualidad: la fantasía.

Las fantasías son un recurso cuyo fin es aumentar el placer, tanto en el momento de tener sexo como recreándolo antes y después, contribuyendo así a sexualizar y a sensualizar la vida cotidiana.

Desde un punto de vista cerebral, el rol que cumplen las fantasías siempre es el mismo: liberan endorfinas (las sustancias encargadas de aportar placer) y desencadenan otras sustancias químicas que provocan en el cuerpo reacciones parecidas a las de un verdadero deseo sexual.

Por lo tanto, a nivel práctico, las fantasías nos sirven para preparar un encuentro sexual, intensificar o inducir la excitación, evitar la rutina y contrarrestar el aburrimiento, eliminar tensiones y presiones, aumentar la confianza en uno mismo y en la auto- imagen.

Fantasear también es un camino sensorial para activar el deseo y la conexión con tu pareja. Estos pensamientos´provocan emociones y estas  a su vez sentimientos y sensaciones corporales que nutren el erotismo.

Fantasear a solas o en pareja, imaginar y/ o comunicar nuestras fantasías sin duda que son un recurso significativo para re-encantarse y/o innovar y así prevenir la monotonía y cultivar la intimidad y pasión de una pareja sexualmente satisfactoria.

Por otro lado la fantasía es un recurso de absoluta libertad individual donde no existen reglas, deslealtades o infidelidades, es una libertad de pensamientos y recuerdos.
Tú tienes esa maravillosa facultad de imaginar y generar escenarios surreales llenos de satisfacción.

“En todo encuentro erótico, hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación”
Ibania Gardilcic.
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